Las dos caras de “la novela” del partido Copei

Roberto Enríquez y Enrique Mendoza

Uno de los partidos de mayor tradición de Venezuela vive su propia novela. El proceso de validación y la intervención judicial que sufre desde hace dos años Copei, llevó a que las dos alas que se disputan el control de la tolda verde, se activaran para intentar asumir un rol protagónico y salir de un aparente letargo político

Hace dos años, la directiva que dirigía Roberto Enríquez, fue destituida por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y luego designada una junta ad hoc. Con esta decisión se le imposibilitó postularse para los comicios parlamentarios de 2015. Hoy en día, se califica como “presidente electo” de la organización, mientras que el tres veces gobernador de Miranda, Enrique Mendoza, fue designado por aquella junta como “Coordinador Nacional de la Comisión de Legitimación del Partido Copei”.

A esta agrupación y a Acción Democrática (AD), que dominaron la escena política venezolana antes del surgimiento del chavismo y fueron contrincantes y contraparte, les correspondía validarse como partido el fin de semana del 25 y 26 de marzo, lo que llevó a que las diferencias entre los dirigentes que se disputan Copei, volvieran a hacer ruido. El sector que decidió asistir a la legitimación, liderado por Mendoza, logró validar en tan solo dos estados (Falcón y Táchira) y apostará su futuro en el proceso de reparos, mientras que el liderado por Enríquez, juega su supervivencia en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Según Enríquez, su Copei cuenta con 252 mil militantes, mientras que el ala que fue a la validación, logró 36.357 manifestantes. Mendoza asegura que tenía consolidado lograr el número necesario en 17 estados, pero que el Consejo Nacional Electoral (CNE) no aceptó cambiar la fecha que compartía con AD a lo que, asegura, se le suma el supuesto sabotaje de la otra parte de la tolda verde

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